Sección: "Salud y vida"
En situaciones de riesgo, en especial los atracones, es bueno tenerlos bien identificados para así luego proceder a controlarlos. El Dr. Cormillot dijo: “El desorden del atracón es un trastorno de la alimentación que consiste en comer descontroladamente grandes cantidades de alimentos en períodos cortos de tiempo. Estos episodios suelen repetirse con frecuencia y en secreto. A diferencia de la bulimia, no son seguidos por mecanismos compensatorios como vómitos inducidos, uso de diuréticos y laxantes o actividad física excesiva.”
Quienes sufren atracones sienten la necesidad compulsiva de comer en forma exagerada pero tratan de no hacerlo por temor a descontrolarse y aumentar de peso. Mantienen un control muy estricto sobre la manera de comer hasta que lo pierden y sobreviene el atracón. Generalmente sucede ante ciertos disparadores emocionales como el estrés, la frustración o sentimientos negativos y estímulos del medio ambiente. La comida en exceso funciona como un alivio momentáneo a la angustia. La mayoría de las personas que sufren atracones lo padecen de una a dos veces por semana hasta 10 veces al día. Cualquier plato puede ser factible, aunque, con frecuencia, se comen alimentos elevados en grasas.En situaciones de riesgo, en especial los atracones, es bueno tenerlos bien identificados para así luego proceder a controlarlos. El Dr. Cormillot dijo: “El desorden del atracón es un trastorno de la alimentación que consiste en comer descontroladamente grandes cantidades de alimentos en períodos cortos de tiempo. Estos episodios suelen repetirse con frecuencia y en secreto. A diferencia de la bulimia, no son seguidos por mecanismos compensatorios como vómitos inducidos, uso de diuréticos y laxantes o actividad física excesiva.”
Es importante mirar los horarios en los que nos sucede para observar que nos pasó antes, ¿veníamos haciendo muy rígido todo?, ¿nos faltó la comida necesaria?, ¿venimos haciendo hambrunas desde hace varios días? Y, hablando medio en broma y medio en serio, ¿colamos el mosquito y comimos el elefante luego?
En el atracón no es tan importante lo que come la persona, sino, cómo lo come, las maneras del comer. Esto incluye la historia del individuo, es decir, los hábitos alimenticios que trae de chico y los que fue aprendiendo a lo largo de su vida, lo que también incluye el ámbito familiar. A medida que la gente crece comienza a dividir los alimentos en dos clases: los buenos y los malos. Si notamos que estamos ingiriendo algún alimento “malo” esto repercutirá en nuestro estado anímico ya que consideraremos como un pecado comer eso. Pero en realidad, no existe esa división, todos los alimentos son iguales. Por eso es imprescindible la reeducación a la hora de comer.
Escalón por escalón
Comience por identificar que es lo que causa el atracón. Anote cada vez la comida consumida y las circunstancias que produjeron que consumiera. Ponga atención en los sentimientos que experimentó antes, durante y después del atracón. Darse cuenta de qué situaciones o emociones pueden inducirlo a comer sin control es el primer paso para encontrar alternativas que lo ayuden a manejar estos disparadores.
Evite hacer dietas y concéntrese solo en mantener el peso hasta que logre controlar su modo de alimentarse.
Trabaje sobre su tendencia a la autocrítica. Aprenda a desafiar pensamientos negativos y remplácelos con una visión más equilibrada de su persona. Aprenda a reconocer los pensamientos negativos como generalizaciones no realistas con poca o ninguna evidencia que los respalde.
Si no puede solo es muy importante que pida ayuda.
Nadie se desembaraza de un hábito o de un vicio tirándolo de una vez por la ventana; hay que sacarlo por la escalera, peldaño a peldaño.
Fuente: material de taller analizado en el grupo del barrio de Boedo, Fundación ALCO.
Para reflexionar cada vez que nos entra un hambre incontrolada.
ResponderEliminarBesos.
Como siempre, buen post!
ResponderEliminarTe deseo un buen fin de semana.
Besos Mariela!
Desde luego, para leer y hacernos pensar... hay ratos que dan esos atracones y ay...
ResponderEliminarUn beso.
Hay que observar nuestra forma de comer, quizá aprendamos muchas cosas, especialmente, cuando nuestras emociones interfieren.
ResponderEliminarGracias, buen fin de semana para todos! Acá se viene la tormenta de "Santa Rosa" y el cielo está negro y pesado... vamos a pasar una noche en casa.
Besos!!
Tu blog ha sigo una gran sorpresa para mí,,,has llegado en un momento muy oportuno...tus artículos me encantan y los enlaces son fantásticos.
ResponderEliminarTe sigo muy de cerca.
Cariññooss
Acabo de descubrir tu blog, y creo que me quedaré un ratito a cotillear. Me encanta la idea de cocinar recetas saludables, ligeras, y no por ello menos sabrosas. Yo lo intento cada dia en mi cocina, y más aún desde que soy madre. Creo que una de mis obligaciones, es enseñar a mis peques a comer bien, disfrutando de lo que comemos y de la hora de comer en familia.
ResponderEliminarUn saludo
Gracias Silvia y María por sus palabras! me hace muy feliz.
ResponderEliminarIntento que lo que hago ayude a muchas personas, para ello me preocupo por mejorar cada día y dar la información correcta.
Es así María, lo mejor es aprender a disfrutar comer saludable, sabroso, en familia y en paz.
UN beso enorme y quédense por acá todo el tiempo que quieran y vuelvan muy seguido!!!!!!
Besotes!!!
Hola! que nota tan interesante.
ResponderEliminarLo mejor es comer varias veces al día, claro a veces los horarios de trabajo no permiten y luego a la noche uno cae en el atracón.
Un abrazo que bueno está el blog
Gaby
Me parecio muy bueno todo tu blog, y entonces me decidi a seguirte asi puedo visitarte seguido
ResponderEliminarBesos
Hola Mariela, espero que la tormenta ya haya pasado sin más.
ResponderEliminarMe preguntas qué son las paraguayas, te he contestado en mi blog, pero por si acaso te lo pongo aquí, te dejo este enlace para que puedas ver una foto:
http://frutasfranciscosalado.com/?p=48
Se lo pasé a Mabel y ella dedujo que ahí lo llamáis durazno japonés.
Espero te sea útil.
Besos y feliz semana.