El poder de un huevo

Un huevo no solamente te aporta una amplia variedad de nutrientes que tu cuerpo necesita para la actividad diaria, también es una colación completísima y con solo 80 calorías!

Habitual en la alimentación humana, el huevo es muy rico y fácil de preparar y de consumir. Pero por sobre todas sus cualidades es un alimento muy nutritivo,  ya que aporta a través de la clara proteínas de alta calidad y a través de la yema lípidos, vitamina A, Tiamina y hierro.

Los huevos blancos y los huevos de color son nutricionalmente iguales, lo único que los distingue es la raza de la gallina que los ha puesto, contrariamente a lo que se cree. Un huevo medio de gallina suele pesar entre 35 y 70 gramos y aporta tan solo 80 calorías, por lo que lo convierte en una muy buena opción para una colación, además de generar sensación de saciedad.

Existe polemica sobre su contenido de colesterol, que es alto. Sin embargo, la yema es rica en fosfolípidos y ácidos grasos omega 3 que eliminan el colesterol y dado que están en mayor cantidad, eliminan el riesgo.

El huevo es bueno para:

·        Formar y reparar tejidos.

·        Mejorar la memoria por su contenido en colina.

·        Facilita el desarrollo de sistema nerviosa central del embrión y del feto.

·        Prevenir la anemia.

·        Mantener la piel saludable.

·        Fortalecer las defensas.

·        Previene problemas oculares como cataratas.

Algunos consejos a tener en cuenta

·        Almacenar los huevos en un lugar refrigerado o en un lugar fresco y oscuro,  ya que se conservaran por más tiempo,  y siempre sin lavarlos, pues esto impedirá que desaparezca la película protectora presente en la cascara, evitando así, la entrada de gérmenes que afectaran la calidad del huevo y por la tanto nuestra salud.

·        Evitar usar huevos rotos y si están sucios debe lavarlos bien antes de usar, no con anterioridad al uso.

·        Para evitar la contaminación cruzada es importante que los huevos sean almacenados en un recipiente con tapa, para así evitar el contacto con otros alimentos.

·        Evitar preparaciones con huevo crudo, o mal cocidos  (en especial si no sabemos la procedencia de los huevos), para así despreocuparse de posible intoxicación alimentaria por la presencia de alguna bacteria, como ser la salmonella.

·        Deshacerse de los huevos que presenten color, olor o aspecto anormal. Para saber si los huevos se pueden comer debe colocarlos en un bol con agua, si se hunden están bien, si flotan hay que tirarlos.

Si tenés alguna duda escribime en los comentarios... Antonela.